Vampiros en la Habana
Estrenamos la visita a restaurantes capitalinos en el acogedor Vampirito, uno de los primeros en abrir sus puertas al público de la Habana y ya famoso por la asequibilidad de sus precios; además, fue uno de los pioneros en el delivery prácticamente desde sus inicios, mucho antes de la pandemia.
Como elementos positivos destacan la higiene del local, al mantener las mesas distantes y los protocolos de higienización para los clientes. Aunque hubo una pequeña fila, esta avanzó bastante rápido y organizadamente. 
La Pizza de atún y aceituna, 6.50 CUC plato de la noche, estuvo realmente bien, en cuanto al sabor, la distribución y abundancia de los agregos, la calidad de la masa y el precio.
Como postre nos decidimos por el Chesscake de fresa 1.85 CUC con un sabor increíble, y la esperada cremosidad del queso que junto al dulce de la fruta genera un contraste acidulce delicioso.
Como elementos negativos, sin embargo, hay que señalar la poca variedad en la oferta de productos para cenar: la mayoría del menú no estaba disponible.
No contaban con helado, para nosotros un punto menos pues es de los postres predilectos en el lugar, sobre todo en su variante Suero.
Pero si ello pudiera justificarse por las circunstancias conocidas, lo que sí no se explica es la ausencia absoluta de Cerveza, pues esta en sus diferentes variantes y marcas se ha estado ofertando incluso al por mayor en diferentes tiendas y establecimientos durante la cuarentena. Elemento a considerar si tenemos en cuenta que constituye más que un antojo ante el fuerte calor del verano, que siempre nos hace desear esta bebida.
Argumenta la joven dependienta que es debido a la rápida apertura por lo cual presentan alguna escasez de determinados productos. Aún así consideramos que debieron tener mayores provisiones, pero esperemos irán mejorando. De todos modos el Jugo de tamarindo 0.35 CUC resultó agradable y bien preparado.
Por último, llamaríamos la atención al restaurante por la música. Cuando debido a las razones conocidas se buscaba un ambiente más tranquilo y relajado, nos encontramos con que la playlist era absolutamente…! de reguetón!. No es que deba excluirse del todo pues hay siempre un público variado, pero sí procurar justo por eso la diversidad en tan importante elemento ambiental y sonoro.
Pese a todo, fue un despegue satisfactorio en la reincorporación de la gastronomía habanera, que seguramente mejorará en los próximos días a medida que nos vayamos recuperando en todo sentido.
