Siete mares con aires de Bulerías
La gastronomía estatal no se ha detenido, y aunque ahora es que recién abren sus puertas algunos locales para recibir público, muchos restaurantes han estado brindando servicio ya sea para llevar como delivery durante la pandemia.
Entre estos sobresale Siete mares, que en la céntrica esquina de 23 y J ha estado ofertando en cajitas platos económicos y nutritivos: no solo lo que caracteriza su perfil culinario y se anuncia desde su nombre, sino también cerdo, tortilla, croquetas y otras variedades.
El local, que en tiempos precovid había conocido una sensible baja en su clientela, se ha visto colmado en la tarima que sirve de intercambio entre consumidores y dependientes entre 11am y 2 pm en que oferta sus productos.
Amante de las especies marinas en la dieta, lo visito con frecuencia, y de ese modo he llevado a casa Filete canciller 60 CUP, Arroz con camarones 30, Filete empanizado 60, Camarones rebosados 60, Paella 30, Rueda de pescado 60…
Filete de Merluza Empanizado
Bien servidos y como se ve a precios muy módicos, con notable atención por parte de quienes atienden (aunque a veces la demora es excesiva e injustificada) los platos vienen acompañados -excepto aquellos en los que el arroz constituye plato principal, que en este caso es amarillo- por arroz moro o blanco y alguna vianda (generalmente plátano maduro o pintón). En tal sentido debo señalar que el arroz resulta un tanto seco a veces, pero está bien preparado y es abundante.
Las variedades con el pescado (merlusa, fogonero, aguja, robalo y otras) ya sean empanados o grillé se sirven en porciones grandes, bien condimentadas y pueden alcanzar a una persona para más de una comida, mientras los arroces surtidos lo están, salvo alguna que otra vez donde los camarones parecieron fugarse hacia la profundidad del océano.
Cerca de allí, frente al Hotel Habana Libre Las Bulerías presenta ofertas más o menos parecidas pero mucho más reducidas: apenas hay pescado y camarones (también 60 CUP) y de estos el Filete grillé del primero es lo mejor: amplio y bien preparado, aunque solo trae arroz congrí, sin viandas. Quizá su condición de sótano y la ausencia de mejor promoción lo mantienen ausente casi de público, a diferencia de su vecino. Creo merece mejor suerte pues no está nada mal.
Casquitos de Guayaba
Ya otros locales estatales como El Castillo de Jagua, que también brindaron este tipo de servicio antes, abren sus puertas al servicio en mesas aunque tomando las precauciones sabidas durante esta Fase 1 en la capital, de modo que se impone una visita próxima.