El Palenque, aromas del carbón
Cuando uno llega al famoso restaurante El Palenque, en el reparto Siboney, del municipio Playa, antes que cualquier capitán o parqueador- si se llega en auto- lo recibe un olor peculiar e irresistible: el que desprende la carne de cerdo asada al carbón.
Todo el que ha probado esa delicia sabe que no hay método mejor para acentuar el sabor peculiar y único de nuestro emblemático mamífero, reforzar sus matices y jugosa textura que ese, en el cual desde siempre, El Palenque ha sido ejemplar.
Por eso, aunque hay variedad de platos, algunos de los cuales prefirieron mis acompañantes, yo me decanté por las tentadoras Costillas de cerdo 162.50 CUP les aseguro que no pude elegir mejor : casi sin grasa, jugosas, abundantes, justamente por su abundancia y buen precio, se sirven sin guarnición, algo que sí trae el resto de los platos.
Pero no dañará mucho el bolsillo si alguna de aquellas se pide aparte, por tanto, consciente de que acompañar con ensalada de vegetales cualquier plato, sobre todo proteico, ayuda la digestión, solicité una ración (aguacate, pepino y col) que llegó satisfactoriamente servida por solo 25 CUP.
Antes, preparé el estómago con un refrescante y abundoso Jugo natural de melón 37.50 CUP y un apetitoso Entremés de Jamón serrano 150 CUP, todo rociado por una Cerveza importada 75 CUP, que no estaba todo lo fría que me gusta pero un poco de hielo ayudó.
Como postre, elegí el Flan de leche condensada 30 CUP, cuya suavidad y delicadeza resultó un cierre perfecto.
A la bien elaborada, presentada y servida comida, se unió el atento y personalizado trato de los dependientes y el resto del personal, así como la higiene de salones y baños, el cuidado en los imprescindibles protocolos de salud y lo grato del ambiente, bucólico y silvestre, ideal para un almuerzo familiar o amistoso.
Como ha podido apreciarse, dentro de un contexto no precisamente fácil respecto a lo económico, El Palenque mantiene precios asequibles, sobre todo en relación con la calidad de lo ofertado, aunque no debe olvidarse su condición de institución estatal.
Pero de ese tema, como prometí recientemente, voy a hablar en texto aparte. Por ahora, recomiendo el sitio, que debe visitar previa reservación, de 8:30 am a 11:00 am el mismo día. De veras no se arrepentirá.